lunes, 2 de noviembre de 2015

El poema de noviembre: Pedro Salinas




Empújame, lánzame
desde ti, de tus mejillas,
como de islas de coral,
a navegar, a irme lejos
para buscarte, a buscar
fuera de ti lo que tienes,
lo que no me quieres dar.


Para quedarte tú sola,
invéntame selvas vírgenes
con árboles de metal
y azabache; yo iré a ellas
y veré que no eran más
que collares que pensabas.
Invítame a resplandores
y destellos, a lo lejos
negros, blancos, sonriendo
de niñez. Los buscaré.
Marcharé días y días,
y al llegar adonde están
descubriré tus sonrisas
anchas, tus miradas claras.
Eso
era lo que allá, distante,
estaba viendo brillar.
De tanto y tanto viaje
nunca esperes que te traiga
más mundos, más primaveras
que esas que tú te defiendes
contra mi. El ir y venir
a los siglos, a las minas,
a Ios sueños, es inútil
De ti salgo siempre, siempre
tengo que volver a ti.


autógrafo
Pedro Salinas

Fotografía: Marta Gil
 
  


    
  Pedro Salinas

   (España, 1892-1951)
Salinas
  Poeta nacido en Madrid. Profesor universitario en Sevilla, Murcia, Cambridge y Boston. Los tres elementos básicos de su creación son -autenticidad, belleza e ingenio-. Autor perfeccionista, pero de gran sensibilidad. Es el principal poeta del amor de su generación. Podemos distinguir tres etapas en su producción, la primera que abarca hasta 1932. Poesía pura bajo el influjo de Juan Ramón Jiménez: Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931). Una segunda etapa de 1933-1939. Poeta del amor. Amor antirromántico (no es un amor atormentado ni sufrido). El amor supone un enriquecimiento de la vida y la persona, confiere sentido al mundo. La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) (algo más pesimista, aparecen los límites del amor) y Largo lamento (1939) de tono elegíaco, le canta al amor que agoniza y muere. Y una tercera etapa tras la guerra civil, libros de poemas en lo que se observa una lucha entre su fe en la vida y los signos angustiosos que ve a su alrededor. El Contemplado (1946), Todo más claro (1949), Confianza 1942-44 (1955) libro póstumo que recoge poemas escritos en esos años. Destacamos en Salinas su concepto del amor, la amada es vista como amiga; la amada saca de la duda al amante, de su nada anterior, le inventa un mundo, lo salva del caos. El amor es una prodigiosa fuerza que da plenitud a la vida y que confiere sentido al mundo. Por él, el poeta ama la vida y dice que sí al mundo. Se han señalado las relaciones de Salinas con Guillén: van a la realidad, buscan su esencia para hacerla lírica. Se diferencian en que Salinas es más subjetivo y amétrico; Guillén posee una más fuerte voluntad objetivadora y utiliza mayor regularidad métrica. Murió exiliado en Boston en 1951.  © epdlp




copyright © 1998-2015, epdlp All rights reserved

No hay comentarios:

Publicar un comentario