domingo, 6 de septiembre de 2015

El poema de septiembre: Sor Juana Inés de la Cruz


Arguye de inconsecuentes el gusto y la censura de los hombres que en las mujeres acusan lo que causa

" Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia,
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
"


El Poder de la Palabra
epdlp.com

Sor Juana Inés De La Cruz

    - Juana Inés Ramírez de Asbaje -
   (México, 1651-1695)
Sor
  Poeta y humanista nacida en México. Su poesía, ingeniosa, elocuente y expresiva, la convirtió en la personalidad más destacada de las letras virreinales del siglo XVII. Su nombre completo era Juana Inés Ramírez de Asbaje. Nació en la ciudad de San Miguel, Nepantla, y fue autodidacta principalmente. Se reveló como niña prodigio aprendiendo a leer a la edad de tres años. Durante su adolescencia fue dama de compañía en la corte del virrey de Nueva España, donde destacó por su belleza, ingenio, inteligencia y conocimientos. En 1667 abandonó la vida de la Corte y entró en un convento carmelita. Algunos biógrafos han atribuido su retiro a un amor no correspondido, pero ella declaró que sólo la vida monástica le ofrecía la oportunidad de llevar a cabo sus propósitos intelectuales. Dos años más tarde ingresó en el convento de San Jerónimo. Allí sor Juana Inés de la Cruz estudió teología, literatura, historia, música y ciencia. Mantuvo correspondencia con los principales poetas y eruditos de su tiempo y escribió una obra poética que le valió el apodo de la Décima Musa. Ciertas autoridades de la Iglesia Católica en México desaprobaban sus estudios e intentaron que los abandonara. En 1691, en respuesta a la reprimenda de un superior, escribió una carta titulada Respuesta a Sor Filotea, en la que defendía sus intereses profanos y reivindicaba la igualdad de oportunidades educativas para las mujeres. Esta carta se considera una obra definitiva de la literatura feminista. Dos años más tarde, sin embargo, abandonó sus estudios y se dedicó casi por completo a la contemplación religiosa. Sus escritos, abarcan poemas líricos y alegóricos y dramas religiosos y profanos, como, Inundación castálida (1689); Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz (1692) y Fama y obras póstumas del fénix de México y décima musa (1700) y se han reeditado sin cesar desde entonces. Octavio Paz en Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe, hizo un análisis profundo y modélico de su vida, obra y época.  © M.E.

Fotografía: Marta Gil